viernes, 11 de abril de 2014

Pozo

Que no sea mi ausencia la firma de demencia en mi ser
aquella que mancilla mi letargo enredado entre las horas aburridas
la que jala mis cabellos y los hunde entre las brechas del alma
no hay inicio de calor por mas que me aferre a estas brazas
no he sentido el color desde que perdí mis ojos
no ando perdida losé
solo estoy oculta
de la mano de Dios y mi locura
estoy en silencio buscando escucharte
busco la paz mediadora entre mis arranques y mi somnolencia
no encuentro la esgrima que extinga la solución amarga que brota de mi boca
que nace desde las partículas de mi columna
que se engendran en cada célula de este cuerpo pétreo
que sacrifica la perfecta naturaleza del mundo alrededor
la tierra no sabia tan violenta
el viento no olía a lágrimas frescas
la noche no encerraba tantos gritos
ni la mitad de mi ser enterrado
cumplía con los ocultismos de la sociedad autoritaria
no he creído en la comprensión por comprender
ni en la fuerza osca por volúmenes
te hubiera sorprendido también si hubieses caído al pozo
hubiésemos tomado el te y hubieses visto la caja de pandora
hubieses escuchado mi verdad que no llora
mis deseos que no ríen
mis sueños que son mudos
que me causa histeria cuando el cielo se cae
me hubieses acompañado a hacer de esta historia
un triste amargo y fugaz verso.