viernes, 14 de octubre de 2011

El último baile

Luego de enterrar a mamá, regresé a casa y cerré la puerta tras de mi. Se sentía tan sola, tan fría, ya sentía cuanto faltaba mamá, una sensación extraña invadió mi estomago y decidí ir a su dormitorio.
Antes de irse me había dejado la llave de tu cajón, donde ella decía que guardaba sus tesoros más preciados y que el día que ella no este más, debía ser la que descubra lo que había allí y lo guardara conmigo.

Con miedo abrí el cajón y el olor a guardado sorprendió a mi nariz, saque dos paquetes de hojas, fotografías entre otras cosas. En el primer paquete había una hoja con un retaso de tela roja, la cual me llamo la atención y decidí ver primero.

Era el verano del 63 y pocas veces lo había visto, venia de vez en cuando a cumplir con sus dirigencias y me daba mucha vergüenza levantar la mirada en verlo, sabia que siempre estaba mirándome y lograba ponerme roja, siempre he sido una mujer tímida y reservada, casi nunca conversaba con hombres extraños, pero nunca voy a olvidar sus primeras miradas.

llegaban rosas, tulipanes, chocolates, invitaciones a mi oficina una vez por semana, mis compañeras de trabajo se burlaban y querían saber quien era mi admirador, claro que lo primero que les decía era que no tenía admirador alguno y que no sabia quien había mandado las rosas.

El tema financiero de aquel hombre de las miradas encantadoras llegó a mi oficina, y tenía una reunión con el ese mismo día, quería morirme, no sabía que hacer, me peine, me maquille de nuevo y resulta que me puse a ensayar lo que le diría ...

Llegó a mi oficina y hubo una química entre nosotros, conversamos por más de 4 horas, hasta que el dueño del banco nos interrumpió y el decidió irse. Nos frecuentabamos cada vez más, empezábamos a salir, íbamos al cine de vez en cuando y como me gustaba, me sentía una chiquilla enamorada hasta que llegó el primer beso, tan dulce, paciente y especial.

Pasaron los meses, regalos iban y venían, las cosas con el eran distintas, era todo un caballero y siempre se preocupaba por mi, siempre solía invitarme a caminar o al club, siempre fue especial. Cuando cumplimos 3 años saliendo juntos me invitó a un baile, ilusionada le dije que si, el vendría a buscarme e iríamos juntos, me despedí entre a casa, salté de la alegría hasta que me acorde que no sabía bailar, no tenía vestido, ni zapatos, como me arreglaría; me desanimé y fui a sentarme al sillón hasta que bajó mi hermana y le conté lo que pasaba, mi miró, me sonrió y me dijo: no te preocupes que estarás lista.

Fuimos a una tienda de vestidos y no sabía cual escoger, mi hermana me dio un par de vestidos y me hizo entrar al provador, me probé uno tras otro hasta que decidí ponerme el vestido rojo que me había tirado al final, salí y mi hermana me miró, rió y quedo simplemente encantada al igual que yo. Ese día ella me peino, maquilló y vistió, me sentía una estrella de cine. Pasadas las 9pm llegó y salí a su encuentro. Recuerdo ver su rostro de admiración y su boca abierta, solo quería estar bella para el. Me regalo un par de cumplidos, un beso y una orquídea y subimos al auto.

No sabía a donde íbamos hasta que pude ver un patio y en el centro había una pista con luces y rosas blancas, se me corrió una lágrima de felicidad y el me llevó al centro de la pista a bailar, lo abracé y bailamos tanto, no existía nada, sentía que este pequeño romance se había convertido en algo espectacular, el tiempo no fue nada, las estrellas ese día brillaban más, solo el y yo.

Nunca voy a olvidar cada paso, cada mirada, el calor de su cuerpo, nunca había visto algo tan hermoso, me quitaba el aliento con cada beso, me quitaba mis deseos con sus ojos, solo bailaba con el ... Solo el y yo era lo que quería, con lo que soné siempre... Nunca olvidaré el primer baile con tu padre, mi vestido rojo y el inicio de una historia tan hermosa.

Pronto me encontraré con el y se que estará esperandome en la pista de baile y una vez más volveré a bailar con el, sin tiempo, sin preocupaciones como esa vez, recuerda hija que cuando las estrellas brillen un poco más estaremos bailando sin parar, juntos con el amor que te dimos y siempre te daremos.

lunes, 10 de octubre de 2011

El tiempo no es nada

Hemos discutido, las palabras se han oscurecido con la sangre y el veneno de ambos.
Cayó una lágrima y eso fue suficiente, te he mirado y en tu cara solo quedan las cicatrices de una montaña de dolor y el espacio entre nosotros se hizo mas grande, más doloroso, mas extenuante.

Ambos en el cuarto, el silencio y el dolor embargandonos, en la búsqueda de la sanación y fue imposible, quise sonreirte pero ya la última te la entregué el ultimo 3 agosto; te di la espalda y salí y no fue mucho, por el rabillo del ojo pude ver mi sombra aún en el cuarto.

Tuve una vez mas el valor para alejarme de ti, para poder huir y no verte morir, sin poder hacer nada, con las manos amarradas, con el corazón despedazado, sin respiración y he corrido directamente hacia a ti solo en sueños. He bajado y corrí al auto, subí y mire por última vez la ventana la que guardaba tu delgada figura, oscura desgravada y que jamás estará.

Pisé el acelerador con fuerza, tanto dolor encerrado tenía que se había vuelto toxico, Quisiera que ahora nada me amarrara a ti, quisiera que la sangre se envenene, que mi cerebro te olvide, que no recuerde tu olor, ni los kilómetros contigo a través del tiempo.

Ahora de nuevo me siento caer, has hecho lo imposible para que se vuelva una tortura, un llanto perdido, un sueño que nunca podrás alcanzar, no puedes... Todo esto fue un crimen y la única prueba soy yo, de rodillas aquí, y mientras más me alejo mis lágrimas regresan a tus brazos, el silencio cerró el último deseo, nadie me conoce hoy y esta es la última vez que quizá quiera caminar hacia tu corazón, las mentiras seguirán viviendo.

Corazón deja de latir, no es que tenga miedo, pero de todos los deseos que se quedaron atorados en las velas de cumpleaños, hoy los desposo SEAN LIBRES. La única herida que siempre me gusto conservar no revive, no vas a saber nunca lo que se siente, el amor egoísta solo ronda por las ventanas y solo logra empeñarlas, un fantasma que no me deja, me hace sentir en llamas, rodeadas de mentiras y solo me hacer ver como los momentos hermosos se quiebran como vidrio y el dolor lo escribe lentamente en mi espalda.

Me quitaste la respiración con el último beso y quiero regresar, sueños rotos, sueños desesperados que se desvanecen con el odio de una corazón, con la ira irrevocable que encanta a la carne y envenena el corazón, hoy serás la bala que atravesará mi cien?, hoy serás el cigarro que consumiré?. Me sigo aferrando a este mundo maldito sin tapujos, sin condiciones, con restricciones y no tengo nada.

Reconosco haber manchado con mi sangre el dolor de otras personas, pero no creo que deba aferrarme a los errores cometidos por un mortal, quiero dejar de escuchar mi nombre, quiero dejar de existir.

Me detuve en la playa, escribí todo lo que dije al revés y mire el dolor tatuado en los ojos por el retrovisor, está todo completamente oscuro, como mis emociones, salí del auto rumbo al mar y solo se mantengo la misma fuera de hace una hora, el agua esta helada, como se han helados mis errores y caen al lado, sigo ingresando más y casi no toco la arena, el mar me abrazó y dejé de oírte, dejé el vacío, dejé de respirar y solo así pude descansar.

Recuerda que el tiempo no es nada, no escribe, no dicta, no ama, solo fue creado para la monotonía del hombre y cuando te sientas solo recuerda que el tiempo hizo inútil todo lo que hice por ti...