Entre cuatro paredes, he buscado lo que pensé quedaba de mi, en la oscuridad me perdí, la desesperación me tiene del cuello, comienza a llenar mis venas, a dilatar mis deseos, y no encuentro el cuerpo, no lo siento...
Las cenizas bajo mis pies me hacen recordar todo lo que el dolor quemo, lo que dejó de ser realidad y hoy es sombra... Y sigo buscando, necesitaba encontrar una razón para seguir y solo vi un halo de luz que me dio un respiro de nuevo, ya me había dado cuenta que esta cadena se hacia pesada cada día más, pretendí quedarme parada y recibir los golpes, las mentiras, el veneno que envolvía tus sueños, tus deseos, tu risa detrás de cada caricia...
Y así no me derribaste, solo lograste que me arrodille al dolor, espera que mi alma aún no se ha incendiado, GRITARÁS MI NOMBRE TANTAS VECES, Y JAMÁS TE VOLVERÉ A ESCUCHAR, LLORARÁS SANGRE Y NUNCA TEÑIRÁ, TE LAMENTARÁS DÍA Y NOCHE Y JAMÁS OLVIDARAS, TE ARRODILLARÁS Y TE SANGRARÁN LOS PIES Y JAMÁS VOLVERÉ A MIRAR HACIA ATRÁS, CADA VEZ QUE ME NECESITES, AGONIZARÁS, CADA VEZ QUE ME ODIES, TU ALMA SE DESQUEBRAJARÁ!
te irás quedando ciego, te sentarás en un rincón encadenado, el dolor te envenenará, el tiempo te hará gritar, y finalmente de ti NADA QUEDARÁ...
Luego de haberte encerrado en el olvido y encadenarte en el exilio de mi memoria, me despido con príncipes negros, con orquesta, con pañuelos rojos y con el sonido de cadenas, las que cargue durante tanto tiempo y hoy te las devuelvo.
Después de enterrarte, volveré a abrir los ojos para todo, iré a buscar mi cuerpo, mi alma, mis risas muertas, mi felicidad encerrada, mis anhelos agonisantes, los encontraré y dormiré un buen, buen tiempo. Algún día alguien me encontrará...
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