martes, 7 de agosto de 2012

Flor de Fuegos

Yo hablaba toda la madrugada con redes distantes, ellas se mesían conforme yo articulaba cada palabra, así que con la luna llena dibujada en la ventana, me sentía en la oscuridad, cantando lastimeramente las lágrimas cavan sin guía alguna, las líneas de mi rostro se dibujaban como polvo al viento; lamentaba quizá estar tan lejos de mis sueños, profundamente perdida entre el sonido tintineante de las agujas alrededor, soñaba con robarle la luz al cielo oscuro, bañarme de las dulces olas del viento y luego de ser reencarnada salir desnuda a caminar por los tejados dorados, descalza era una doncella cantando libre hacia el mar.

¿Acaso existía sueño del que no me pudiese alimentar? ¿a caso no todas las noches bebía del caliz de la tempestad? Solía sentarme ocacionalmente al borde del balcón esperando a las nubes llorar, me gustaba ver de lejos aquel fénix flor de fuegos, con el tatuaje del escorpión tan propio de si, tuve que leer las antiguas estrellas para poderlo entender, tan escorpio, tan fénix, aguerrido y tan colorido siempre me preguntaba como sería la corriente que emanaba de el?; un día llena de polvo estelar decidí tocar con la punta de los dedos la corriente que soltaba con el viento, agua zafira, liras de fuego, lluvia con olor a rosas y alba desmesurada fue lo primero que sentí, luego sin darme cuenta mis cabellos dorados eran caballos de fuego al viento

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