martes, 6 de abril de 2010

Una historia de verano XI

Anne sabe casi toda mi historia, la conosco desde hace mucho tiempo, pero creo que ustedes tambien deberian de saber...

- Isa cuentame que fue lo que paso
- Te refieres a porque viaje?
- Exacto, simplemente desapareciste del mapa
- Sabes que es una de mis costumbres
- Si, lo se... pero ausentarse por tanto tiempo y ni una llamada, mensaje o algo, créeme que mortifica
- Lo siento Anne. sabes que no fue mi intencion, pero necesitaba estar sola despues del golpe que habia sufrido.
- Si Isa, Entiendo pero cuentame...

(Aquí vamos de nuevo, a sacar fuerza de donde sea para desenterrar los peores recuerdos de la memoria)...

En pleno invierno las cosas se iban en picada, creo que vivía en la tercera guerra mundial, gritos, golpes, llantos, gritos perdidos, en fin. Así paso el tiempo, hasta que no pude más, sentía que el mundo estaba sobre mis hombros, creo que era momento de irme.
No recuerdo en que momento me perdí, estaba desapareciendo en la sombra de tantos gritos ahogados, y aún así mi cuerpo seguía atorado en la rutina, sentía que o el tiempo me mataba o acababa yo conmigo misma.

- Pero Isa, tenías todo!
- De que te sirve tener todo, cuando no vives en paz?, tu universo no se rige por las cosas materiales sino porque eres feliz y lo puedes compartir con todos. Por eso tome la decisión de irme lejos, no por que quería dar la contra si no que era por mi propio bien, o eso creía yo.

- Isabella, y Alonso? porque lo dejaste así? y yo que soy tu mejor amiga no me dijiste nada!
- Lo siento Annie pero durante todo ese tiempo me estaba dando cuenta que mi sangre se había envenenado y que terminaría envenenando a Alonso y a ti; Por ser las personas que más quiero no quería que sufriesen a mi lado, creo que suficiente tenían con sus problemas
- Es que alcanzó no logras entender Isa? Puede que, cada ser humano viva en su mundo y en el una serie de problemas, pero la amistad se basa en eso, en poder enfrentar los problemas juntos. Que yo tenga los míos no quiere decir que no pueda escucharte y ofrecerte mi mano para que salgas adelante...
- Annie no te voy a contradecir, pero en ese momento estaba cargada de ira, dolor, y quería estar sola
- Isa pero eso no es excusa
- Tampoco lo estoy haciendo, es la verdad y cuando yo tomo decisiones no me cuesta nada realizarlas...
- Lo sé
Un Martes recuerdo, eran las 3:00 de la madrugada y no lograba conciliar el sueño, me sentía presa, cerraba los ojos una y otra vez para salir de ese infierno pero nada; decidí salir de allí, me cambie, prepare mis maletas, y salí de allí; No le di el chance a nadie, para que pudiesen despedirse...
Fue un viaje largo, trate de dejar el dolor atrás y poder dejar de llorar, pero me resultaba imposible estaba tan vulnerable, me sentía desolada.
Menos mal que en uno de mis planes había decidido comprar un departamento, esa fue mi salvación, Llegué... más frió de lo normal, nuevas caras. vamos a empezar de nuevo o a derrumbarme otra vez?

Recuerdo que cuando entre al departamento habían cartas, fotos y olía a lavanda cosa que me sorprendió, pero resulta que alguien había dejado una rama de lavanda desde que me fui, imaginate con todo lo que tuve que lidiar..

Annie soltó una pequeña carcajada.
Me instale y caí en mi melancolía, para desahogarme decidí escribir hasta que muriese la letra en mis dedos, hasta que ninguna palabra haga juego en el papel... pero desgraciadamente no pude contenerme y por eso llene la pared de tantos papeles...

Y así pasaron 4 largos años, yo no pedí esto, nunca me había sentido tan fuera de mundo, pensaba que era fuerte y tanto amaba a Alonso que mi mente se bloqueó juro es la verdad, sentía que había perdido mi vida y que jamás encontraría otra.

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