domingo, 11 de abril de 2010

Una historia de verano XII

-Isa, no me contaste que hiciste con los ramos de lavanda
- Te imaginaras que llene todos los floreros que habían en el departamento, no necesite de algún ambientador durante meses, pues el olor de la lavanda era útil, agradable y me encantaba

Durante esa semana decidí instalarme, escribir, componer en el piano, limpiar y recorrer las calles como siempre, cosa que, en muchas ocasiones no era bueno porque me sentía tan sola y sentía un dolor que me quemaba en el pecho; mis deseos de llamarlos se hacían cada ves mas fuertes, lo juro, pero sabia que no debía hacerlo, pues los preocuparía y se sentirían mal por no estar conmigo, nunca llegue a pensar que uno de los dos vendrían y veo que me equivoque, eres tan impredecible.

-ja ja ja, tu también, por algo tenemos eso en común Isa.
- Tienes toda la razón Anne
- Cierto, pero... estas tan distinta
- Eso crees? Si hablas físicamente lo único fuera de lo normal es el cabello, emocionalmente, no tengo idea...
-Isa, es que tanto dolor te causó?
- Si, creo que desde que empezó la batalla, no había un solo día sin que dijese lo siguiente: "Cuanto tiempo mas aquí?", "Por favor que regrese la felicidad conmigo, que regrese mi pasado"; pero nunca sucedió, las cosas empeoraron y con ellas me envenenaba yo.

Cuando hacía frió y habían tantas estrellas me gustaba salir a caminar y pensar un poco, pensé tantas veces en irme y no quería perder lo que aun me quedaba, resulta que me había enamorado por primera vez, estaba asustada, tenia un sentimiento encerrado imposible de explicar. Lo peor de todo era que Alonso era ese rayo de luz en tanta oscuridad, y no quería dejarlo ir, era castigarme. No pasa ni un solo día sin que piense en el, lo extrañe y me lamente de su ausencia, pero el sufrimiento que estoy pasando yo lo busqué, no se si el consiga perdonarme.

- Isa, creo que de verdad te has enamorado
- Si, ahora lo entiendo, tenia tanto temor, quería renunciar a este sentimiento, prefería morir mil veces si no pudiese verlo otra vez...

(En ese momento me sentía tan vulnerable recordando, que me puse a llorar)
El llegó en el momento preciso, tantas veces me quede en silencio con el. porque no creía lo que estaba pasando. Creo que al mentirle y al irme le hice mucho daño. Hasta ahora no olvido los días que veía el cielo lleno de estrellas al lado de él, era algo simplemente indescriptible.

Mi vida estaba con él, en realidad mi orgullo no me dejaba ... Luego de buscarlo, me arrepentía, pero era algo inevitable, nunca me gustaba despedirme de el, pero era él... y yo vivía inmersa en sus recuerdos ya no sabía que hacer, si en algún momento me deje doblegar el solo sabe...
El me enseño tanto, dormía y el estaba conmigo, buscaba su perfume entre tanta gente, ya no tiene caso... me había enamorado irrevocablemente de el, con una sonrisa, una mirada me encantaba; el solo hecho de escucharlo decir mi nombre el tiempo se detenía y solo lograba escuchar el latido de su corazón, que era lo que más me importaba en ese momento...

Por recuperar el tiempo con el, por soñar mi vida junto a él, que despegue mi destino del de él, aun no estoy segura pero algún día luchare por traerlo hacia mi vida una vez más, claro, si el me lo permite...

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