viernes, 9 de septiembre de 2011

Deja vú Cap. V

Cap. V

Salí al baño a lavarme, peinarme y regrese a mi cuarto por ropa limpia, luego busqué mi teléfono y eran las 3:00am, No quería sentarme en la cama por temor a quedarme dormida, así que decidí sentarme encima del escritorio, al lado de la ventana y leer un libro que encontré, acerca de la mitología griega, dioses, historias y constelaciones que tienen sus nombres, me entretuve mucho en aquel libro puesto que siempre leía cosas míticas, terror o suspenso. Terminé de leer el libro y sonó el despertador, eran las 8:00am, no había dormido nada y tenía que estudiar me guste o no.

Me paré de la cama, fui a bañarme, mientras entraba a la ducha y miraba mi brazo desnudo, pensaba en que tendría que ver el sueño con los lunares que genéticamente pasaron de generación en generación con lo que había pasado días antes; regulé los caños hasta conseguir el punto agradable del agua, ni muy fría, ni muy caliente, mientras dejaba que el agua caiga, cerré los ojos un rato y volvía soñar, escuchaba el agua , sabía que mi cuerpo estaba allí, pero estaba todo oscuro, era como estar consciente en un lugar pero alejándose del mismo, de pronto sentí una descarga eléctrica y sentí mis manos atadas con algo muy pesado, instintivamente lo toqué y eran cadenas , no podía creerlo estaba encadenada, me puse a llorar, lloré de rabia, de desesperación, esto no podía estar pasandome a mi, caí de rodillas y derrepente el sonido del agua de la ducha se tornó distinto, era pausado luego se fue agitando y olía a sal... era el mar, pero como puede estar pasandome esto, hasta que mi visión fue tornándose más clara y pude ver con dificultad la inmensidad del mar y la roca bajo mis pies, me asusté, me avergonzé, y decidí jalar esa cadena con todas mis fuerzas pero era inútil, lloré, grité y no había nada ni nadie que me pudiese ayudar, me sentí triste y abandonada.

Es que al caso voy a vivir así toda la vida ¿Por qué? ¿Que es lo que me quieren decir? Me sentía frustrada, quería salir de allí, descansar, todo esfuerzo era en vano, decidí arrodillarme y cerrar los ojos a ver si regresaba, lo único que escuchaba era el llanto de una mujer, tenía miedo de abrir los ojos y los cerré con fuerza, sentía que la brisa del mar helaba mi cuerpo, seguía escuchando el llanto de esa mujer, me descontrolé y grité, recibí otra descarga y me costo levantarme, me encontraba tirada en el suelo, débil, asustada y con frío.

Intenté levantarme despacio y cerrar la llave de la ducha, porque solo caía agua fría. Decidí colocarme la toala y correr a mi cuarto, cuando estuve en él, me cambié mientras lloraba desconsoladamente y temblaba de frío, destendí mi cama y me acosté, me abrigué bien y no quise salir hasta que se me pase el frío.

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