Deja vú Cap. XVII

Cap. XVII

Pasé al interior de la casa, salude a Dash el perro, me respondió el saludo saltándome encima, lo bajé y fui directo a la cocina, en casa acostumbrábamos a reunirnos y conversar siempre allí, pero ya no era tan frecuente desde que me mude por algunos problemas de la casa.

Mi mamá estaba preparando la cena hasta que me preguntó:
-Tienes hambre?, quieres cenar?
-No gracias, estoy algo llena
-Hay flan en la refrigeradora
No lo pensé dos veces y fui hacia la refrigeradora y cogí dos platitos con flan, era mi postre favorito y parecía que mamá había adivina que vendría, me senté en la mesa y me puse a comer.
-Mamá, como a que hora se fueron? le dije
-Ya cerca de las 5am. primero llegó Leo en su auto, se bajó desesperado tocó la puerta y entró, al cabo de 10min saliendo todos, se subieron a sus autos y se fueron, no dijeron nada.
-Leo no te vio en ningún momento?
-No Al, calmate, no se que es lo que pase.
-Nada mamá
Mi mamá se paró al inicio de las escaleras y llamó a mis hermanos.
-Aarón, Alonso, bajen la cena está servida.
Mi mamá regreso a la cocina, me sonrió y empezó a servir, no pasó ni un minuto y parecía que bajaban dos caballos por las escaleras y los gemelos aparecieron en al puerta dándose empujones, hasta que Aarón me miro y me dijo:

-Hola Al, no sabía que estabas aquí
-Hola hermano.
-Y ese milagro hermanita? dijo Alonso
.Callate Alonso, ya no están bastante grandes para que bajen así? los miré a los dos
-Bueno Al, que seamos mayores que tu por 3 años y que vivamos con mamá no quiere decir que vamos a ser como tú, jajaja no seas aburrida hermanita, deberías de venir más seguido.
Siempre me llevé bien con mis hermanos, pero nunca entendí porque siendo mayores que yo seguían viviendo en la casa con mi mamá, decían que no querían dejarla sola y ellos querían seguir viviendo juntos antes que el amor aparezca y los separen, que cómico.
-Que no les he dicho que no corran, dijo mi mamá
Los gemelos hicieron muecas y dijeron en coro: Lo siento mamá, no volverá a pasar.

Se sentaron los gemelos y luego mi mamá, comimos tranquilamente y conversamos de una que otra cosa que había pasado en la familia, anécdotas de los gemelos que aunque mayores ya, siempre hacían algo, veía contenta a mamá y ella siempre se esforzaba amenamente por seguir criando a esos demonios.

Terminamos de comer, los gemelos agradecieron nos dieron un beso a cada una y subieron, ayude a mamá a recoger los platos y llevarlos al fregadero, me volví a sentar a la mesa dispuesta a interrogar a mi mamá.